
La hipertensión arterial ejemplifica muy bien la visión orthomolecular. El control
de ella es un buen ejemplo de lo que podemos lograr desde la Medicina Orthomolecular.
Son muchos los agentes que tienen relación con el aumento de la tensión arterial.
Entre ellos están el sodio, calcio, potasio, magnesio, adrenalina, noradrenalina,
serotonina, dopamina, renina, angiotensina, taurina, coenzima Q10, arginina, óxido
nítrico, ceca de 20 prostaglandinas, 6 esteroides suprarrenales y seguramente muchas
otras sustancias que ignoramos. Estos elementos condicionan el calibre de los vasos
sanguíneos, el volumen de la sangre dentro y fuera de los vasos, etc.
Aunque se han desarrollado sustancias que actúan en varios puntos de la compleja
trama metabólica se limitan a ejercer una acción muy corta y superficial. Estos
fármacos no se crearon con el propósito de que el organismo "aprenda" de ellos a
responder de otra manera o que se reequilibren normalizando la tensión arterial.
Lo ideal sería disminuir la dosis de estos fármacos y/o usarlos en momentos de crisis
para prevenir una complicación o superar un estado agudo y a su vez reconstituir
estos ecosistemas moleculares desequilibrados suministrandoles arginina, coenzima
Q 10 (sustancias descriptas mas arriba)